COMUNICAR MIS NECESIDADES, ES UNA FORMA DE AUTOCUIDADO

Hay un detonante perfecto para el enojo y la ira, y comienza con la idea de que nada de lo que me pasa, se puede cambiar;  es ese punto en el que la desesperación y la frustración se combinan para nublar por completo el panorama y tener que recurrir a estrategias como la violencia.

Buscar cambiar a los demás puede traer mucha frustración y enojo;  si esta persona no actúa como estoy esperando, creamos historias sobre esa situación y alimentamos sentimientos difíciles, que se vuelven detonantes  de reacciones explosivas y agresivas. Estos escenarios se perciben como una pérdida de mi poder, y al no conocer otras estrategias, hacemos lo que hemos visto como “normal” en el mundo que crecimos. Y es aquí cuando cedemos el poder de lo que “necesitamos”, al otro.

Cuando conocí sobre la Comunicación No Violenta, escuché por primera vez el concepto de necesidades universales;  y a través esta perspectiva, comprendí que ésta idea de “necesidades”, no solo me servía para entender las motivaciones de los demás , sino que también era la forma de entender las mías. Me abrí a ver el mundo de una forma diferente; mis necesidades, son importantes, así como las del otro. Pero había algo más...

Después de identificar mis necesidades, sigue una parte fundamental: validarlas. La idea de “necesidad” en el paradigma de escases que vivimos hoy, viene cubierta por capas de vergüenza. Entonces “necesitar = buscar algo que yo no tengo”. Por eso es que muchas veces nos cuenta tanto comunicar qué es lo que necesitamos, porque mostrarnos vulnerables ante el otro y abrirnos a una posibilidad diferente, se parece más una pérdida de nuestro poder.

Sin embargo, es todo lo contrario; en realidad es un camino en el que empezamos a recuperar nuestro poder, porque durante mucho tiempo, hemos comprendido el mundo a través de un paradigma de separación en el que “entre menos necesito del otro”, mejor voy a fluir. Pero NO, vivimos interconectados, somos interdependientes, y en un mundo en el que los recursos deberían estar disponibles para todos, aprender a comunicar lo que necesitamos es fundamental para exista un flujo.

Y aquí está la clave esencial, tenemos que desarmarnos para “pedir lo que necesitamos”, y abrirnos a las posibilidades que el mundo tiene para ayudarnos. Las necesidades son nuestras, son un movimiento de energía qué pasa por nuestro cuerpo para indicarnos qué requerimos para estar bien, para fluir.  No son una carencia. No tienen nada que ver con el otro, porque una vez que las expresamos, sabemos que importamos para nosotros.

Comunicar lo que necesitamos es importante, antes de anularte a vos, pensando que eso que necesitás no es importante, y contarte la historia de que sos invisible, primero conectá con vos y atrévete a pedir lo que necesitás.

Quisiera cerrar con una frase importante para motivarte a hacer ese movimiento de comunicar tus necesidades:
“Cuando percibís elección, percibís motivación”: Scott Geller.

Gabriel García,
Director de Contenido de Diay, es mi consejo.